
El colectivo Remadoira bota una réplica de la gamela tradicional de Cabo de Cruz
5/7/2009
La Asociación Remadoira ha vuelto a preservar la memoria de las embarcaciones tradicionales con la botadura de la gamela Nova Esperanza , de Cabo de Cruz, que tuvo lugar ayer en la Curva de San Gregorio. Según explicaron integrantes de la asociación, la Nova Esperanza es una réplica de la Esperanza , último ejemplar de las antiguas gamelas que lamentablemente hoy en día está totalmente deteriorada. En la actualidad solo existen dos gamelas de Cabo de Cruz, la Esperanza Libertad , replica de la Sociedade cultural e de Tradicións Mariñeiras A Gamela, y la Nova Esperanza , replica que acaba de terminar Remadoira. «Esta tipoloxía de barco é único no mundo, orixinal do Chazo, na ría de Vilagarcía de Arousa. Aparecen os primeiros exemplares nos anos da posguerra, nos que os mariñeiros lle propoñen aos carpinteiros de ribeira crear un barco que se aproximara as prestacións que proporcionaba a dorna ao navegar a vela, pero que fose de fondo plano, abaratando moito dese xeito, os custos de producción. Froito desa innovación aparece este tipo de gamela», señalan.
En Remadoira luchan porque las embarcaciones que un día fueron emblema de las costas gallegas no desaparezcan. El colectivo vigués nació en el 2003 por su compromiso con el patrimonio cultural marinero, la divulgación de la cultura marinera de antaño y el homenaje a todos los que, desinteresadamente, ocupan su tiempo libre y esfuerzo en mantener vivas las tradicionales formas de navegación.
En la playa de San Gregorio
La historia de lo que sería en un futuro la Asociación Remadoira comenzó en lo que era antiguamente la playa de San Gregorio, en Bouzas. En estos fondos, a unos cuatro metros de profundidad se encontraba una dorna de tope, un tipo de dorna del que a principios del siglo XX se hicieron unas siete siendo originarias de Cambados. Después de dos años de duro y agotador trabajo se consiguió rematar la dorna y empezaron un nuevo proyecto, la construcción de dos dornas polbeiras. Desde entonces, sus socios ya han restaurado una veintena de barcos tradicionales practicando la carpinteiría de ribeira amateur . Durante el inverno, recuperan barcos, y cuando llega el buen tiempo, se echan al mar para difundir la navegación a vela tradicional. El colectivo tiene un blog al que se accede a través de un enlace en su página web, en el que se puede seguir todo el proceso que siguieron para fabricar la réplica. El único factor que les frena desde hace unos año para acometer proyectos de mayor calibre es «a falta dun local onde gardar os nosos barcos durante o inverno e onde poder continuar a recuperar mais patrimonio», se lamentan. De todas, formas no se rinden. Cada vez son más y sus actividades están abiertas a la colaboración de quien desee sumarse.